¿Trabajadores con la camiseta puesta? ¡Fortalece sus vínculos!

Cuando pensamos en alcanzar metas (especialmente de productividad), solemos pensar que necesitamos un equipo “con la camiseta puesta” para lograrlo. Este pensamiento no deja de tener razón, pero ¿qué significa esto?

En artículos anteriores hemos hablado acerca de que todos logremos darle sentido a nuestro quehacer para vivir con felicidad nuestro trabajo cotidiano. Lo más probable es que si la empresa en la que trabajamos, sea grande, mediana o chica, nos ofrece un espacio de sentido, entonces tendremos trabajadores comprometidos.

Sin embargo, esto no es lo único que importa.

Los seres humanos somos seres sociales y por lo tanto, la asociatividad es un elemento central en nuestra vida. En términos simples, esto significa que las relaciones que creamos son de gran importancia para nuestro sentido de identidad, es decir, de quiénes somos.

De alguna manera, ¿no es acaso el “quiénes somos” de lo que hablamos cuando decimos “camiseta puesta”?

Las personas podemos comprometernos con ideas (o ideales). Seguro que sí. Pero más aún nos comprometemos con nosotros mismos y con los demás. Nos comprometemos así con personas.

En un momento de dificultad en nuestra empresa, probablemente esperaremos que todos “se pongan la camiseta”, pero ¡ojo! No es sólo la idea lo que nos compromete sino esta asociatividad, nuestro sentido de pertenencia orientado a un ideal o meta. No es un desafío personal, sino un desafío de todos, y alcanzarlo provoca una sensación de logro y dicha que fortalece la motivación. Ya no sólo con la empresa, sino con el equipo. No sólo con la idea sino con las personas. Y esto se trabaja, se construye, día a día. No podemos esperar una “camiseta puesta” de un momento a otro, si no hemos hecho el trabajo para que ello sea posible. Una de forma de lograrlo, es por ejemplo, reaccionar positivamente en los buenos momentos y ante pequeños logros (ya hemos hablado de esto también). Esto también fortalece los vínculos y dota de sentido y motivación lo que hacemos.

Veamos un ejemplo. Imagina un equipo de fútbol. Hay cientos de ellos. Elije el que más te guste. Su camiseta es lo más importante. Lo que motiva a los jugadores. Pero también lo es su equipo. Si pierde uno, pierden todos. Así también cuando se alcanza el logro. Piensa ahora en los seguidores del equipo. La camiseta y el sentido de pertenencia lo es todo. Es parte de su identidad. Es lo que son, cada día; no sólo cuando van al estadio. Y desde ahí están dispuestos a todo.

Si no sólo te importa la productividad sino la felicidad de tu equipo, no te pre-ocupes sino que OCÚPATE de fortalecer sus vínculos; promueve espacios para compartir; promueve las buenas prácticas entre compañeros. Estudios demuestran que hacer felices a otros aumenta nuestra felicidad personal.

En este tiempo de fiestas patrias, fortalezcamos nuestros vínculos, dotemos de sentido (un sentido compartido) nuestro quehacer y no olvidemos que cada día construimos Chile.

¡Muchas felicidades!

Publicado el 23 de septiembre de 2013 en http://asexma.cl/trabajadores-con-la-camiseta-puesta-fortalece-sus-vinculos/

Soñaba con cambiar el mundo, y terminé trabajando como todos.

¿Recuerdas aquel tiempo de primera juventud cuando vivías relajado pensando en cómo sería el futuro?

Mirabas a tus padres y seguramente, muchas veces pensaste, al verlos tan cansados, sin tiempo real para compartir, “yo no quiero eso para mí, definitivamente lo haré distinto”.

Seguramente el idealismo propio de la juventud te invitaba constantemente a cambiar el mundo, a pensar que todo podía ser diferente y que si sumábamos fuerzas, eso que tanto criticábamos, dejaría de existir.

Y han pasado los años, y te miras realizando tu trabajo, con días de gozo y días de desgano, cayendo el rutina, permitiendo que los días pasen sin siquiera darte cuenta. Te levantas temprano, vas a tu trabajo, siempre con mil cosas que hacer y el tiempo insuficiente para lograrlo (ya hablamos de esto en el artículo anterior), agobiándote, estresándote y llegando con extremo cansancio al hogar. Sueñas con tener el tiempo suficiente para compartir con tu familia, para tener tiempo con tus amigos y para realizar actividades que te gustan y relajan, pero a veces parece imposible. El fin de semana el cansancio te mata y terminas en eternas siestas para caer en la rutina nuevamente al llegar el lunes.

Probablemente, más de alguna vez has pensado “soñaba con cambiar el mundo y terminé trabajando como todos”. Hoy quisiera hacerte una invitación. A volver a soñar y trabajar de una manera distinta.

Los chilenos tenemos un dicho popular: “pasar agosto”. Mientras pensaba en este artículo, me vino este dicho a la cabeza y pensé “¿para qué queremos pasar agosto?” ¿Para seguir como siempre? El tiempo nos invita a renovarnos. Si ya tuvimos la “suerte” de “pasar agosto” es porque la vida nos invita a vivir. Pero a vivir realmente.

Es posible volver a soñar, es posible cambiar el mundo y es posible también, no trabajar como todos. El sueño de la juventud no puede quedar guardado en un cajón. De ser así, ¿qué queda para nosotros hoy? ¿Y para las generaciones futuras? La invitación es a cambiar tu foco de atención. A trabajar para hacer la diferencia y no a trabajar para vivir (menos aún vivir para trabajar).

En esta línea, también es central otro concepto. Hemos escuchado muchas veces la idea del equilibrio entre la vida y el trabajo. Suena interesante. Implica lograr dejar tiempo suficiente y de calidad para poder vivir en “ambos mundos”. Sin embargo, lo que aquí te propongo es pensar en la integración de la vida y el trabajo. La integración de tu mundo personal con el laboral. Somos, en parte, lo que hacemos. Nuestra profesión u oficio es parte de nuestra identidad como personas. Y si es parte de la identidad, entonces no podemos dividirla. La identidad es una sola, permanente en el tiempo y no depende del lugar. Sólo en la medida en que seamos nosotros todo el tiempo, seremos realmente felices.

Y así, si somos de aquellos que buscamos siempre el logro, la meta, el ascenso, creyendo que ello nos conducirá al éxito y entonces seremos felices, deja de perder tu tiempo, porque significa que no estás prestando atención a lo que mencionaba anteriormente. TE LO ASEGURO, no alcanzarás nunca tu meta. El camino es diferente. Sólo la felicidad te conducirá al éxito, porque la felicidad en sí misma ya es el éxito. Si no integras los distintos elementos de tu vida, siempre estarás en deuda con tu propia felicidad (y me pregunto además, ¿acaso eso es vida?). En cambio si lo haces, verás cómo aparecen cambios importantes en tu vida. Verás incluso, mayor productividad de tu parte, más ganas de hacer distintas cosas, seguramente lograrás un mayor engagment (compromiso con la empresa. Hablaremos más de ello en otra oportunidad), serás más creativo, disfrutarás más de tu quehacer y tendrás un mejor ambiente laboral.

Vi una frase en el metro que captó por completo mi atención. ¿Eres de aquellos que van al trabajo o de aquellos que van a su trabajo? Si eres de éstos últimos te felicito. Seguramente, aún pones tu esfuerzo en cambiar el mundo y ser feliz.

Publicado el 2 de septiembre de 2013 en http://asexma.cl/psicologos-voluntarios-sonaba-con-cambiar-el-mundo-y-termine-trabajando-como-todos/

Publicado el 03/03/2015 en http://www.cetep.cl/web/?p=7544

¿Cómo vivir con felicidad mi trabajo mediante el logro de metas? Un tip simple para lograrlo.

Pasamos muchas horas en el trabajo, pero a veces, quedamos exhaustos sin saber realmente por qué. Esto afecta nuestro anímico, probablemente también nuestra relaciones sociales, y por qué no decirlo, también nuestra productividad.

Mucho se habla del estrés laboral, y cómo no, si es una de las patologías en salud mental, más presente en nuestro país y especialmente en nuestra capital.

Por otro lado, siempre estamos ideando nuevas alternativas y estrategias para hacer un uso más efectivo de nuestro tiempo para lograr hacer cada vez más cosas en nuestro día. Nos llenamos de agendas, listados de cosas-por-hacer, utilizamos medios electrónicos, incorporamos alarmas, colores y papeles para destacar lo importante v/s lo urgente … ¡ufff! Un sinfín de métodos para lograr las tan anheladas metas.

Sin embargo, al ir avanzando en nuestras tareas, aquellas pequeñas metas –que forman parte de proceso- parecieran desvanecerse en el aire, sin disfrutar de esa “acumulación de pequeños logros alcanzados”. La meta final siempre parece lejana; siempre es un desafío. Nunca es suficiente. Acumulamos estrés y cansancio en el proceso y dejamos de disfrutar lo que hacemos. Cada nuevo día parece peor que el anterior. Soñamos con nuestras vacaciones todo el año. Soñamos también con tener días que duren más de 24 horas porque el tiempo pareciera nunca ser suficiente.

La buena noticia es que sí podemos vivir con felicidad nuestro quehacer cotidiano, a través de disfrutar la sumatoria de metas en el proceso.

El sr. Alexander Kjerulf, uno de los grandes expositores de la felicidad en el trabajo a nivel mundial, nos invita a cambiar el foco e incorporar una sencilla práctica para alcanzar esta felicidad.

Nuestras “amadas y odiadas” listas de cosas-por-hacer, pueden ser muy útiles para no olvidar nada. Pero, ¿acaso no nos sentimos abrumados cuando es una lista de nunca acabar? Kjerulf, nos entrega una técnica de 3 pasos para revertir esta situación:

1.- Cambia tu lista de cosas-por-hacer por una que sea cosas-que-puedo-hacer. Esto permitirá focalizar los esfuerzos y alcanzar metas realistas cada día. Disminuirá tu sensación de frustración y aumentará la sensación de logro.

2.- Agrega todo lo que se hace a la lista. Añade en el proceso. Normalmente, nos proponemos realizar ciertas acciones durante el día, pero el factor sorpresa, la emergencia, la noticia de última minuto, las consultas de tus compañeros o tenderle la mano a otro, es algo que nos ocurre todo el tiempo, sacándonos de nuestra programación inicial. ¡Atención! Esto que hacemos “extra” es muy valioso y también forma parte de la cultura organizacional, el clima laboral y las metas globales de nuestra empresa. Añade estos elementos en la lista y verás que aquel cansancio normal que tienes al llegar a tu hogar, tiene una importante razón de ser.

3.- Una vez a la semana, observa la lista de lo que has hecho. Una de las mayores fuentes de felicidad en tu trabajo, es hacer cosas productivas y ver los resultados de tu esfuerzo.

Las tareas que tengamos que hacer, seguirán siendo las mismas. La diferencia está en dónde ponemos el foco para sentirnos felices.

Como ves, la solución es fácil. El desafío está en ponerlo en práctica. ¡Inténtalo con tu equipo y verás como todo cambia!

Publicado el 16 de agosto de 2013 en http://asexma.cl/como-vivir-con-felicidad-mi-trabajo-mediante-el-logro-de-metas/