Desde la psicología positiva, se ha logrado establecer que existen distintos tipos de felicidad que dependen de diferentes focos de atención. Estos son: felicidad hedonista, felicidad ligada al ejercicio de una pasión y la felicidad que se relaciona con el sentido de nuestras vidas y nuestro quehacer. Esta va de la mano con el sentido de la trascendencia.
La primera, es decir, la hedonista, se relaciona con el placer y con la satisfacción inmediata, como podría ser consumir alimentos que nos parezcan deliciosos, como un buen asado, o también comprarse un buen auto.
Esta felicidad es fugaz, dura sólo un tiempo y luego se extingue.
La segunda, se relaciona con realizar tareas que nos apasionan, tanto así, que sentimos que el tiempo “pasa volando” cuando estamos inmersos en ellas (a esto se le ha llamado flow o fluir).
Por último, la tercera corresponde a aquella felicidad que guarda relación con la huella que queremos dejar en el mundo.
¿Dónde se encuentra usted? ¿Qué aspira para su empresa?
Por otro lado, y junto con esto, Carolyn M. Youssef, de la Bellevue University, habla acerca del Comportamiento Organizacional Positivo, en el que destaca 4 elementos claves:
– Capital Económico, que refiere a lo que se tiene,
— Capital humano, que da cuenta de lo que sabes,
— Capital Social,que tiene que ver con quién conoces,
y por último agrega:
– Capital Psicológico, que corresponde a lo que eres y en lo que puedes convertirte.
Este último punto es central para pensar la felicidad relacionada con la trascendencia. En este sentido, consideraremos 4 nuevos puntos que desarrolla respecto del Capital Psicológico:
– Eficacia
– Esperanza
– Optimismo
– Resiliencia
La primera, implica tener la confianza para alcanzar el éxito. ¿tú y tu equipo verdaderamente lo creen?
La segunda, responde a tener la voluntad para lograrlo y el camino claro para hacerlo. Cabe preguntarse aquí si en tu empresa el trabajo tiene sentido para ti y los miembros de tu equipo. ¿Tienen todos clara la importancia de su trabajo para la totalidad de lo que hacen? De lo contrario, aunque exista un camino trazado bien claro (como la planificación estratégica), si no existe sentido en el quehacer, la voluntad de alcanzar las metas no será la que necesitamos para lograrlo.
La tercera, el optimismo, corresponde a que tengamos metas realistas y un modo de trabajo flexible. Esto permitirá que los trabajadores estén motivados con una meta que es posible de alcanzar de acuerdo a los recursos disponibles, y que el método, los horarios u otros elementos, tengan la suficiente flexibilidad para que tus trabajadores pongan en juego lo mejor de sí.
Por último, la resiliencia, es un elemento fundamental para lograr un equipo que sea capaz de sortear las dificultades y lograr una mejora continua. ¡No hay mejor escuela que los errores cometidos! Esta nos lleva a desarrollar al máximo nuestra creatividad para encontrar nuevas soluciones.
Si sumamos los elementos anteriores, podremos darnos cuenta que el capital psicológico es fundamental para construir una empresa compuesta por trabajadores que buscan la felicidad trascendente y que pueden alcanzarla mediante su trabajo, a través de las relaciones sociales que se crean en ese espacio, alcanzando metas comunes y sacando lo mejor de sí mismos para lograrlo.
Y tú, ¿qué empresa quieres construir?
Publicado el 5 de agosto de 2013 en http://asexma.cl/los-tipos-de-felicidad-y-el-desafio-de-considerar-a-las-personas-donde-nos-situamos-para-construir-nuestra-empresa/